La restauración de la Capilla Medici de Miguel Ángel en Florencia está realizándose con elementos biológicos.
De manera casi secreta, según se desveló recientemente en un artículo del New York Times, se utilizaron en el último año y medio unas bacterias para la limpieza del mármol.
La Capilla Medici de Miguel Ángel, obra total de arquitectura y escultura
Miguel Ángel concibió la Capilla Medici en la Sacristía Nueva de San Lorenzo como un espacio funerario para Giuliano de Medici y Lorenzo.
El papa León X había promocionado esta obra, para mayor gloria de la dinastía florentina a la que pertenecía. A la muerte del pontífice, otro Giuliano de Medici, el futuro Clemente VII, impulsó esta obra total de la arquitectura y escultura del renacimiento italiano.
En la Capilla Medici de Miguel Ángel se une la herencia de la Antigüedad con el arte funerario del cristianismo. La Virgen, San Cosme y San Damián están en un pequeño altar, recordando que se trata de un lugar cristiano de descanso eterno.
Pero, por otro lado, el lenguaje clásico funerario está presente en toda la capilla. La cúpula de casetones recuerda a la del Panteón, un lugar de enterramiento y de trascendencia. Las esculturas del Día y la Noche, la Aurora y el Crepúsculo, son imágenes del mundo transitorio. Sobre ellas, los difuntos retratados de forma ideal.
El simbolismo de la capilla remite al paso del tiempo y a la victoria sobre la muerte. La fama y la gloria de los enterrados, retratados como una representación de sus ideales, hace que se mantenga vivo el recuerdo de los fallecidos.
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La necesidad de la restauración de la Capilla Medici de Miguel Ángel Buonarroti
La Capilla Medici de la Sagrestia Nuova de San Lorenzo de Florencia supuso un impacto en las artes contemporáneas. Lo era por la arquitectura, bien entendida para un espacio vertical y que tenía que ser leída desde el suelo, con un lenguaje arquitectónico original y novedoso. Pero también por su escultura monumental, especialmente en las figuras alegóricas, con cuerpos retorcidos y que avanzan el non finito en las caras masculinas.
La combinación de estas dos artes, la de la arquitectura y la de la escultura de Miguel Ángel, hacen de esta obra florentina una obra maestra. Y que fue copiada desde su inauguración.
Existen descripciones de 1595 que hablan de que el mármol blanco de Carrara comenzaba a presentar manchas y decoloración. La degradación se aceleró en los siglos siguientes, ya que los yesos usados para copiar las esculturas de Michelangelo dejaban residuos sobre el mármol.
En 2013 Mónica Bietti, directora de las Cappelle Medicee de Florencia, ya había observado el profundo deterioro del espacio artístico de Miguel Ángel desde una anterior restauración de 1988. Se habían limpiado las paredes de la oscuridad provocada por siglos de humedad y la grasa de las huellas de manos. Pero también habían aparecido los daños de los cepillos y otros instrumentos utilizados para eliminar la grasa y la cera.
Una restauración analizada con instrumentos técnicos
En noviembre de 2019, los responsables de la Capilla Medici contactaron con el Consejo Nacional de Investigación de Italia. Este organismo llevó al conjunto escultórico y arquitectónico unos aparatos de espectroscopia infrarroja. Gracias a este instrumento se observaron que sobre las esculturas más elaboradas por Michelangelo había restos de calcita, silicato y otros restos orgánicos.
También había lugares poco visibles a los visitantes que avisaban de problemas en la conservación. Por ejemplo, detrás de los sarcófagos con las figuras alegóricas de la Aurora y el Crepúsculo había una enorme mancha oscura sobre el mármol. Los estudiosos explican que esta mancha se debe al cuerpo de Alessandro Medici, que fue enterrado posteriormente en esta capilla. Parece que su cuerpo no fue convenientemente eviscerado, por lo que los restos químicos se filtraron en el mármol.
Por otro lado, la limpieza que se hacía del entorno arquitectónico de las paredes de la Capilla Medici evidenciaba otro problema. Y era que las estatuas de los sarcófagos se veían más y más sucias en comparación con el blanco mármol del espacio. Esto hacía que parecieran unas obras auténticamente monstruosas, lejanas del bello ideal humanista de Miguel Ángel.
Restauración secreta del patrimonio gracias a las bacterias
Parecía que ninguna restauración convencional podía limpiar las delicadas esculturas de Miguel Ángel. Había cierto miedo a una intervención que pudiera volverse irreversible o que durase demasiado tiempo.
Así que se recurrió a una limpieza biológica totalmente novedosa: el uso de bacterias. El Consejo Nacional de Investigación de Italia tenía un catálogo de unas 1.000 bacterias que podían limpiar la suciedad sobre la piedra.
Pero no todas valían, porque hay algunas que, en su proceso de comida de la suciedad, también destruyen componentes propios del mármol. Se escogieron las mejores para cada punto, según las necesidades de cada elemento patrimonial o el tipo de restos.
Por ejemplo, la elegida para limpiar los restos de Alessandro Medici fue la Serratia ficaria SH7. El pelo de Giuliano de Medici se trató con la bacteria Pseudomonas stutzeri CONC11. Los oídos de esta estatua, con residuos de moldes de fundición, pegamento y grasas, fueron comidos por la bacteria Rhodococcus sp. ZCONT.
Credit…Gianni Cipriano for The New York Times
La restauración de la Capilla Medici durante el cierre por la pandemia
Según cuentan los responsables de este proyecto, la limpieza se inició poco tiempo antes del estallido de la pandemia de la COVID-19 en Italia, en febrero de 2020. También se aprovechó los meses de cierre para acelerar el proceso de eliminación de suciedades.
Pero no se emplearon siempre bacterias, al menos directamente. Para la cara de la Noche se recurrió a micro-gel de goma de xantano que, no obstante, procede de las bacterias.
Todo este proceso de restauración de la Capilla Medici se ha mantenido prácticamente secreto y se ha revelado a finales de mayo de 2021.
Las bacterias que limpian el patrimonio artístico italiano
La limpieza con bacterias de manera controlada permite una eliminación de la inmundicia sobre el patrimonio. Es un proceso que, además de ser bueno para la restauración del patrimonio, no emplea productos tóxicos para los visitantes ni restauradores, lo que lo hace respetuoso con el medio ambiente.
Estos beneficios hacen que cada vez más se recurra a bacterias para la limpieza. En agosto, se usaron estos microorganismos para el relieve colosal de El encuentro entre el Papa León y Atila, de Alessandro Algardi.
Ahora, gracias a estos microorganismos, la Capilla Medici de Miguel Ángel lucirá como nunca. Como si estuviera recién presentada a la familia más poderosa de la Florencia del Renacimiento.
En junio se conocerá en profundidad todo el proyecto.