La Capilla Medici de Miguel Ángel en Florencia significó el gran proyecto creativo del artista renacentista. Arquitectura y escultura funcionan como una obra de arte total en torno a también llamada Sacristía Nueva de la iglesia de San Lorenzo de Florencia.
Se abría un nuevo capítulo de la Historia del Arte, sobrepasando la creación del Quattrocento del gran Brunelleschi que coexistiía en el mismo espacio.
La iglesia de San Lorenzo de Florencia y la familia Médici
La familia Médici ostentaba un gran poder económico en Florencia durante el siglo XV. Su Banca Medicea hizo inmensamente ricos a la dinastía y tras el dinero llegó el poder político. Así, durante décadas funcionaron como los auténticos señores de la ciudad del Arno.
Además, los Medici fueron unos grandes mecenas de la cultura. Se supieron rodear de intelectuales y artistas, y promocionaron la obra de los principales arquitectos del Quattrocento, como Filippo Brunelleschi. Este pionero de la arquitectura del Renacimietno comenzó hacia 1418 las obras de la Iglesia de San Lorenzo, que acabó en el año 1461. También completó la Sacristía de San Lorenzo. Ambas obras se consideran ejemplares de la primera arquitectura del Renacimiento en Florencia.
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La intervención de los Médici en la iglesia de San Lorenzo la convirtieron en su templo familiar. Por lo que se refiere a la Capilla Médici de Miguel Ángel en Florencia, hay que remontarse a la elección de León X como pontífice en 1513. Era un miembro de la estirpe Medici, que había retomado el poder de la ciudad en 1512.
La consagración del linaje merecía la continuación de las obras de San Lorenzo, con la intervención de la fachada, la creación de la Biblioteca Laurenciana o la construcción de nuevas capillas funerarias.
Una obra para exaltar a la familia Medici en Florencia
Desde mediados del siglo XV la iglesia de San Lorenzo de Florencia se había convertido en el lugar de enterramiento de la dinastía hasta el siglo XVIII.
Cósimo el Viejo (1389-1464), considerado como paterfamilias de los Médici, fue el primero en hacerse enterrar en la Sacristía Vieja de San Lorenzo, ideada por Filippo Brunelleschi. Esta línea sucesoria directa llegó hasta Giuliano de Medici, duque de Nemours, fallecido en 1516, y Lorenzo de Médicis, duque de Urbino, muerto en 1519. El final de esta rama dinástica llevó al pontífice León X a plantear una nueva capilla funeraria desde ese año de 1519.
Cómo no, Michelangelo fue el artista encargado de ejecutar el proyecto, donde también entrarían las tumbas de Lorenzo el Magnífico y su hermano Giuliano. Hasta entonces, el escultor trabajaba en el diseño de una fachada para la iglesia de San Lorenzo de Florencia de Brunelleschi. Por supuesto, se concentró en la capilla funeraria, abandonando para siempre la portada de la iglesia de los Medici.
La muerte de León X dejó la promoción de la Sagrestia Nuova en manos del cardenal Giuliano de Médici, futuro papa Clemente VII en 1523.
La arquitectura de Miguel Ángel en la nueva Capilla Medici
Uno de los primeros proyectos de la Capilla Medici de Miguel Ángel en Florencia en 1520 presentaba una capilla absidial para las tumbas. Tampoco estaba clara la disposición de las tumbas, con diseños de sepulcros exentos en el medio de la capilla de Florencia o todos adosados en la misma pared.
Finalmente, en 1521, se decidió por la solución actual. En cuanto al espacio arquitectónico, se tomaba la Sacristía Vieja de Brunelleschi como referencia. Para los monumentos funerarios, se decidía por colocarlos adosados en las tres paredes.
El trabajo duró hasta 1534, siendo la primera parte del trabajo el de la creación arquitectónica. Las esculturas, según Antonio Forcellino, se debieron acabar a partir de 1527.
El esquema equilibrado y matemático del siglo XV de la arquitectura del Quattrocento de Brunelleschi se transforma con el lenguaje más clásico del Renacimiento. Miguel Ángel crea una planta adicional en alzado, probablemente para situar allí un programa iconográfico de pinturas y esculturas que nunca se llegaron a realizar.
La plasticidad de los muros de la Capilla Medici, proporcionada por el uso protagonista de los elementos arquitectónicos, ayuda a enmarcar los monumentos funerarios. Vasari explica que Michelangelo parte de los modelos antiguos, de las formas clásicas, pero para crear nuevas formas arquitectónicas. A partir del marco de pilastras y arquitrabes con el color de la pietra serena proporcionado por Brunelleschi, Miguel Ángel anima las paredes con complejas estratificaciones de nichos, frontones y ventanas, todas de blanco.
La simetría es perfecta, ejemplificada en las ocho puertas que hay en planta, de las cuales cinco son ciegas, para mantener este equilibrio compositivo. Mientras que las puertas son relativamente sencillas, sobre ellas se elevan unos tabernáculos de gran desarrollo. Las ventanas de los lunetos son más estrechas en su parte superior, para facilitar la vista en perspectiva desde abajo.
El esquema de la Capilla Medici es tripartito en su alzado, con un sistema de pilastras de pietra serena en orden gigante. Sin embargo, para eliminar la verticalidad y crear un espacio hermético, marcado por la presencia de las tumbas, el arquitecto Michelangelo crea un truco visual. De esta manera, los tímpanos curvos de las ventanas se empujan hacia delante, rompiendo la continuidad de las líneas ascendentes.
En la parte superior, Miguel Ángel Buonarroti introduce una cúpula con casetones, a imitación del Panteón. El mundo clásico ofrecía la solución ideal para una capilla funeraria con el mismo lenguaje constructivo.
La composición de la escultura de Michelangelo en la Capilla Medici
Las tumbas de Giuliano y Lorenzo, las únicas que se completaron, se encuentran en un complejo monumental de mármol de Carrara que encaja perfectamente en la arquitectura general. La Capilla Medici de Miguel Ángel en Florencia ofrece el máximo detalle en estos sepulcros.
Ante la pared se muestran los sarcófagos, diseñados sobre un podio alargado del que salen unos altos apoyos que elevan las tumbas. Sobre la tapa curva y a cada lado se despliega una figura alegórica. En un nivel superior, ya dentro del muro, se desarrolla un esquema con un nicho central entre dos ventanas ciegas, separadas por una doble pilastra. En el espacio central, dentro del hueco poco profundo, se sitúa la estatua idealizada del difunto. Bajo la tumba se había previsto la colocación de unas esculturas alegóricas, probablemente dioses fluviales, que no se llegaron a ejecutar. La composición general es piramidal, ascendente.
La otra pared, la que debía mostrar el tercer sepulcro de Lorenzo y Giulano, dos grandes Medici del siglo XV, no se acabó con el modelo anterior. Los retratos de los difuntos dirigen su mirada a esa pared, indicando la admiración de la segunda generación medicea a sus antepasados. En este espacio sólo se colocó la Madonna Medici, obra de Michelangelo Buonarroti, junto a San Cosme y San Damián, ejecutados por otro artista.
Cabe recordar que, aunque en las fotos las esculturas se ven bajas en relación con la arquitectura que la rodea, están a una altura superior a la del espectador. De esta forma, se alzan sobre el visitante con su tamaño mayor del natural.
El simbolismo de la Capilla Medici: Muerte, Gloria y Humanismo
En la Capilla Medici de Miguel Ángel en Florencia es ante todo un panteón funerario. Pero el artista del Renacimiento recoge toda la herencia de la antigüedad para crear una obra total para que se una a lo cristiano, como buen artista humanista. La cúpula con casetones marca este diálogo con el símbolo universal del Panteón, un lugar que comenzaba a acoger las tumbas de los contemporáneos ilustres de Michelangelo.
El simbolismo de la Sagrestia Nuova de Florencia recae sobre el conjunto de esculturas, con significado ante todo clásico. Habría cuatro Dioses Ríos a ras de suelo, representación del submundo. En un nivel superior, están las cuatro Horas del Día: el Día y la Noche, la Aurora y el Crepúsculo, imágenes del mundo transitorio. Sobre ellas, los difuntos, que ya están en el Paraíso, idealizados, representados más allá de su condición humana.
En los grandes conjuntos de las dos tumbas se respira el ideal del Humanismo del Renacimiento. Incluso la arquitectura se decora con ornamentos clásicos de simbolismo funerario, como máscaras pequeñas, guirnaldas de laurel, candelabros, cráneos de carnero. Las referencias cristianas se relegan a la otra pared, con el altar de la Virgen con el niño y los santos protectores San Cosme y San Damián.
Con todo, todo el espacio de la Capilla Medici de Michelangelo funciona como una imagen total del paso del tiempo y la victoria sobre la muerte. La muerte ha sido vencida por la fama y la gloria, por la memoria viva de los hombres años después de haber fallecido.
En ese sentido se entiende la extrema idealización de los difuntos, sin referencia real de sus rostros. Los dos, Giuliano y Lorenzo de Medici, se presentan ataviados con armaduras romanas, idealmente pegadas al cuerpo. Esta representación de la armadura tocando la piel tuvo mucho éxito en la pintura manierista, por ejemplo, en Pontormo o Bronzino.
Giuliano está alerta y tenso, sin tocado, representando la Vida Activa. Lorenzo está cubierto de un yelmo, con la cabeza apoyada en su mano, como la Vida Contemplativa. Bajo Giuliano están las Horas positivas del Día, la Noche y el Día, mientras que las que se corresponden a Lorenzo son las Horas indecisas, la Aurora y el Crepúsculo.
La técnica escultórica de Miguel Ángel en la Capilla Medici
En la Capilla Medici de Miguel Ángel en Florencia el artista juega con la habitual expresividad en la escultura. A pesar de ser estatuas que forman parte de una pared, se pueden considerar de bulto redondo.
Las esculturas de Giuliano y Lorenzo de Medici están perfectamente detalladas en la técnica, con perfectos acabados. Son de gran sobriedad en el movimiento y su vestimenta no impide descubrir su anatomía bien resuelta, pegada a las ropas.
Les esculturas de las Horas beben de la influencia de las imágenes de los dioses fluviales de la estatuaria romana. Todas son desnudos en posiciones complejas, algunas imposibles, con gran parte del cuerpo saliendo de la tapa de la tumba en la que se apoyan. Los cuatro cuerpos son musculosos y maduros, incluyendo las masculinizadas figuras de las mujeres. En el caso de las estatuas del Día y el Crepúsculo, aparece el efecto del non-finito en la cabeza y las manos.
La restauración de la Capilla Medici de Michelangelo con bacterias
En mayo de 2021 se reveló que durante meses se realizó una intervención de restauración en las figuras escultóricas de Michelangelo.
Durante unos meses, coincidiendo además con un momento de cierres causados por la pandemia, se procedió a la eliminación de la suciedad sobre las esculturas. Se escogió una forma novedosa y biológica: la limpieza con bacterias. Estos microorganismos se encargaban de comer, literalmente, los restos de desperdicios sobre el mármol.
En junio de 2021 se verán las conclusiones finales de este original proceso de restauración con bacterias.
La restauración de la Capilla Medici de Michelangelo con bacterias
En definitiva, la invención de nuevos elementos en el lenguaje arquitectónico, la creación de una iconografía de triunfo sobre la muerte y el uso de la técnica prodigiosa de Miguel Ángel contribuyeron a llevar a la gloria a la familia Médici en el espacio de su iglesia familiar en Florencia.
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