El Renacimiento en Florencia inicia el Renacimiento italiano. La capital toscana reunió una serie de características que provocaron una revolución en la Historia del arte occidental.
En este contexto artístico, intelectual y creativo se crio el artista Miguel Ángel, el genio del Cinquecento italiano.
Contexto histórico: Florencia en el siglo XV
Precedentes del Renacimiento de Florencia: Humanismo de Petrarca
La cultura y el pensamiento en Florencia durante el Renacimiento: neoplatonismo
Año 1401: Brunelleschi y Ghiberti , antecedentes del Renacimiento
Los años 1410-1440: nacimiento del Quattrocento en Florencia
La escultura de Donatello en el Renacimiento italiano
La arquitectura: en torno a la cúpula de Brunelleschi
La pintura: Masaccio, iniciador del Renacimiento en Florencia
Características del arte del Renacimiento en Florencia
Los artistas de las siguientes generaciones del Renacimiento en Florencia
Contexto histórico: Florencia en el siglo XV
Florencia era una ciudad italiana independiente de la presión de señoríos, pequeños imperios locales efímeros y los territorios papales.
Después de la Peste Negra de 1348 y de luchas de poder internas, a final de siglo XIV la capital toscana iniciaba una era de esplendor. Los banqueros de la ciudad recuperaban su posición económica dentro de Italia. En torno a esa riqueza creciente, se activaban todas las estructuras productivas de la urbe.
Existía una buena cantidad de dinero circulante y una necesidad de crear nuevos edificios y obras de arte acordes al poder de los gremios, de las familias y de la ciudad. Gracias a eso comenzó una incesante actividad constructiva y artística.
Por ejemplo, en 1391 se completaba la decoración de la Porta della Mandorla del Duomo. En esos años, los nichos externos de Orsanmichele comenzaban a ornamentarse con esculturas. Y, en 1401, se abría el concurso para decorar las esculturas de la puerta norte del Baptisterio de Florencia.
Precedentes del Renacimiento de Florencia: Humanismo de Petrarca
Es imposible hablar del Renacimiento en Florencia sin remitirnos a lo que sucedió en el Trecento. O sea, en el siglo XIV.
En aquellos años Francesco Petrarca publicó su Canzionere y Boccaccio su Decameron. Estos libros son dos auténticos hitos de la lengua toscana (generalizada después como italiano) producidos en Florencia. Junto a ellos, había más eruditos en la ciudad.
Con Petrarca nació el Humanismo y el pensamiento neoplatónico. Estos intelectuales del siglo XIV comenzaban a observar los textos de la cultura grecolatina. Poco a poco iban colocando al hombre en el centro de la vida, por tanto se orientó hacia el antropocentrismo. Con este movimiento es importante la Fama, el poder vencer a la Fortuna con una obra destacada que sobreviva a la vida de los autores. Por tanto, los artistas, que antes quedaban difuminados por los encargos de la Iglesia, aparecen destacados.
En cuanto a las artes, a pesar del dominio del gótico internacional, en Florencia había un gusto innato por las formas clásicas. Por ejemplo, los edificios románicos de San Miniato al Monte o el Battistero, ambos del siglo XII, responden a un clasicismo propio de Florencia. O el Duomo de Santa Maria del Fiore, aunque es una obra gótica, está muy alejado de la verticalidad y angulosidad de las catedrales coetáneas del norte de Europa. Con este tipo de arte en la ciudad es más fácil que el arte del Renacimiento surja en la Florencia del siglo XV.
La cultura y el pensamiento en Florencia durante el Renacimiento: neoplatonismo
La cultura grecolatina es el modelo e inspiración para los artistas del Quattrocento. Así lo era para los intelectuales desde el siglo precedente. Si los escritores comenzaron a hacer un trabajo filológico para encontrar textos de Roma y Grecia, reconstruirlos y depurarlos, los artistas no se quedan atrás.
Brunelleschi, Ghiberti, Alberti, Masacio…todos los grandes genios se dedican a examinar las ruinas que todavía existen a su alrededor. Los restos de edificios romanos, las esculturas milenarias, los nuevos hallazgos en las excavaciones…ofrecen datos de primera mano de cómo creaban en la Antigua Roma. Esas enseñanzas se observarán en las creaciones del Quattrocento florentino.
Por su parte, los ricos burgueses de Florencia se convierten en los mecenas de la cultura y el arte. Querrán que los importantes arquitectos, pintores y arquitectos trabajen para ellos, que realicen sus innovadoras obras para exaltar su nombre y su Fama como promotores.
Además, estos nuevos aristócratas, como los Medici, los Rucellai, etc, son coleccionistas de manuscritos latinos y griegos. Con estos volúmenes componen importantes bibliotecas donde se mueven los intelectuales.
En cuanto al pensamiento, se sigue desarrollando el Humanismo y el Neoplatonismo. Marsilo Ficino y Pico della Mirandola fueron los grandes nombres de la filosofía neoplatónica, llegando el último a crear una Academia en Florencia.
Los artistas, por tanto, se introducen en este pensamiento ligado al mundo clásico, tanto en las formas, como en el pensamiento. Eso sí, la Iglesia sigue estando presente en el arte: su papel como comitente es muy importante. Si vemos las producción de los artistas, el factor religioso pesa mucho en las obras.
Año 1401: Brunelleschi y Ghiberti , antecedentes del Renacimiento
Hay una fecha clave para entender cuando se origina el Renacimiento en Florencia. Se trata del año 1401, cuando se convoca un concurso para realizar la puerta norte del Baptisterio de Florencia.
Una decena de artistas se presentaron con una escena en relieve del Sacrficio de Isaac. De la mayor parte de ellos sólo constan sus nombres. Los únicos que conservamos su trabajo final fueron los finalistas: Lorenzo Ghiberti y Filippo Brunelleschi.
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Los dos citan obras de la antigüedad y modelos escultóricos clásicos que debían de tener a mano. Brunelleschi realizó una equilibrada pieza con influencia helenística, con las emociones de los personajes contenidas. Brunelleschi, en cambio, se decidió por una escena más dramática, menos pictórica. Los dos, pese a la calidad de las figuras desnudas, todavía arrastran características del gótico, como los pliegues de los vestidos que no tienen en cuenta la anatomía.
El ganador del concurso fue Lorenzo Ghiberti, que cabalgó entre el último estilo gótico y el Quattrocento italiano.
Los años 1410-1440: nacimiento del Quattrocento en Florencia
Tras el concurso de las puertas del Battistero di Firenze, se demostró la enorme actividad y vitalidad del arte y los artistas florentinos.
Desde la década de 1410 a los años 40 del siglo XV, los creadores experimentaron un nuevo arte que los alejaba del gótico internacional. Es por eso que se puede afirmar que el Renacimiento en Florencia sucedió efectivamente en esta ciudad y no en ningún otro punto de Europa.
Muchos artistas trabajaban cara a cara en los mismos espacios o en los mismos modelos, lo que hacía avanzar el arte.
La primera de los artes que se desarrolló en el Renacimiento en Florencia fue la escultura. Donatello fue su máximo representante.
En arquitectura, el Quattrocento tiene como primer protagonista a Filippo Brunelleschi, que en 1419 estaba construyendo el Hospital de los Inocentes y la Sacristía Vieja de San Lorenzo. (Al otro lado, Miguel Ángel Buonarroti realizó la Sacristía nueva con la tumba de los Medici).
La pintura del Quattrocento se activó gracias a Masaccio.
La escultura de Donatello en el Renacimiento italiano
La Historia del Arte del Renacimiento se inicia en escultura con el San Jorge de Donatello, esculpida entre 1415-1417. Su correcto sentido anatómico que revela el estudio del cuerpo, su naturalismo y su composición bien resuelta con el escudo la revelan como la primera obra escultórica del Renacimiento. En la predela, Donatello se atreve con un relieve schiacciato donde coloca uno de los primeros ejemplos de la perspectiva lineal.
Fotografía: I, Sailko
En paralelo, entre 1410 y 1415 Brunelleschi realizó un Crucificado en Santa Maria Novella que rompe totalmente los esquemas precedentes. Su idealización basada en la perfección matemática lo convierten en una de las primeras obras del Renacmiento en escultura.
La Cantoría de la Ópera del Duomo fue otro lugar de enfrentamiento de criterios artísticos. Lucca della Robbia y Donatello contribuyeron a embellecer y a desarrollar la escultura de este período.
La arquitectura: en torno a la cúpula de Brunelleschi
En arquitectura del Quattrocento, Filippo Brunelleschi marca el lenguaje del Renacimiento en Florencia, de ahí al resto de Italia.
Después de la mencionada loggia del Spedale degli Innocenti, en 1420 se atreve a dirigir las obras de la majestuosa cúpula del Duomo de Florencia. Aplica soluciones arquitectónicas derivadas del mundo romano, junto con otras invenciones propias. Así es posible rematar la catedral gótica de Santa María del Fiore de Florencia con una cúpula de doble cascarón apoyada en un sistema de cubiertas que cierran los brazos de la planta. En 1434 ya estaba concluida la cúpula, con su característico apuntamiento, aunque faltaba por rematar la linterna.
Foto: Di Frank K. – originally posted to Flickr as View of the Duomo’s dome, Florence, CC BY 2.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=4607278
Brunelleschi recuperó la proporción y la armonía en la arquitectura, renovando muchas tipologías arquitectónicas. Es lo que se aprecia en las Iglesias de San Lorenzo y Santo Spirito o en la Capilla Pazzi de Santa Croce.
La pintura: Masaccio, iniciador del Renacimiento en Florencia
Masaccio presenta pocos años de actividad, pero resultan verdaderamente revolucionarios. Entre 1422 y su muerte en 1428 se desarrolla su carrera.
La Capilla Brancacci es una de sus obras maestras. En 1424 comenzó a trabajar allí junto a su maestro Masolino y desde 1426 a 1427 pinta él sólo estos frescos. Se elimina en gran medida la arquitectura que enmarca las escenas, como sucedía desde Giotto.
Como no existían ejemplos pictóricos de Grecia, tiene que basarse en la escultura. Por ello recupera la plasticidad de la pintura, con cuerpos voluminosos, comprensibles desde un punto de vista de la anatomía interna. Las luces modulan las sombras sobre ropas y cuerpos, dotándolos de más sentido volumétrico.
En la Trinità de Santa María Novella, pintada al fresco entre 1426 y 1428, Masaccio introduce la perspectiva lineal. De esta forma crea un espacio arquitectónico creíble en el que se desarrolla la escena del Calvario.
Características del arte del Renacimiento en Florencia
Los iniciadores del arte del Renacimiento, esta primera generación de artistas del Quattrocento en Florencia, tenían una serie de puntos en común en sus obras.
Por un lado, recurrían a la perspectiva lineal para organizar el espacio. Esto sucedía a la hora de proyectar una iglesia, produciendo un efecto armonioso al espectador. Y contribuye a dotar de un lugar para el desarrollo de la pintura de Masaccio y sus sucesores, además de los relieves de Donatello y otros escultores.
En segundo lugar, ponían al hombre en el centro. Este antropocentrismo se derivaba del Humanismo del momento. El cuerpo era fundamental en la pintura y la escultura, con una anatomía estudiada y un comportamiento de la estática y del movimiento anatómico real. También la arquitectura creía en el cuerpo como algo fundamental, ya que la proporción de los edificios se basaba en las personas.
En último lugar, el arte se depura. Se elimina lo superfluo, como las decoraciones arquitectónicas de marcos del gótico, los fondos dorados, los detalles tan recargados. Se orienta hacia una armonía y equilibrio de las formas.
Los artistas de las siguientes generaciones del Renacimiento en Florencia
Después de la década de 1440 algunos creadores se suman al arte de Brunelleschi y Donatello, que seguían con sus obras.
Los Médici y las demás familias apoyan a estos artistas y a los nuevos. Así, por las calles de la capital Toscana se suceden autores tan influyentes en la arquitectura como Leon Battista Alberti. En pintura encontramos a Fra Angelico, Andrea del Castagno, Domenico Veneziano, Filippo Lippi.
Si ya vamos hacia una tercera generación dentro del Quattrocento de Florencia, que dará paso a los grandes artistas del Cinquecento, seguimos con importantes nombres: Andrea del Verrocchio, Antonio del Pollaiolo, Botticelli, Perugino, Ghirlandaio, Giuliano de Sangallo, el joven Leonardo da Vinci.
Estos artistas son los que alumbrarán a la generación de sus discípulos: Rafael y el gran Miguel Ángel Buonarroti.